viernes, 11 de diciembre de 2020

 

ADVIENTO PARA LOS CRISTIANOS

 

Pronto va a nacer Jesús.

¡Pero Jesús ya nació!

Jesús nace cada día dentro de mi corazón.

Más cada año los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús.

Durante estas cuatro semanas previas a su nacimiento, los cristianos nos preparamos para conmemorar de forma especial que Jesús que es el hijo de Dios vino a la tierra, nació de una  madre Virgen llamada María.

Nos dio ejemplo de amor y humanidad, y se quedó con nosotros para siempre.

Aunque su vida en la tierra fue corta, 

él prometió que no nos dejaría solos

¿y, por qué Dios quiso hacernos  esté gran regalo?

Pues por AMOR.

Durante este tiempo hemos de ir preparándonos  para recibirle como él se merece.

Como el mejor amigo y compañero, ya Jesús fue tan fiel a su misión que hasta fue capaz de entregar su vida por AMOR a todos los hombres sin distinción de nacionalidad, raza o procedencia.

¿De qué forma podemos prepararnos mejor para recibirle?

Pues tratando de parecernos a él,

siguiendo fielmente su mandato.

AMAOS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO.

Por tanto este tiempo es una oportunidad para acrecentar nuestro amor por ÉL y por nuestros hermanos los hombres.

Es muy hermoso poner 4 velas de colores rodeadas de una guirnalda verde, e ir encendiendo algún ratito cada vela según transcurren las 4 semanas.

Pero aunque no pongamos la corona de Adviento; eso no importa, para Jesús, lo importante es que le tengamos en cuenta y nos preparemos para recibirle.

Desde luego en estos días deberíamos poner algún símbolo navideño; como el belén o el árbol de navidad.

Para ir creciendo en nuestra vida humana y cristiana, es muy positivo que a cada vela le asignemos un propósito, y si no ponemos las velas nos lo podemos proponer igualmente tratando de hacer alguna acción concreta para  ofrecérsela a Jesús.

Esta semana primera es la del AMOR.

Puedo hacer caso a algún compañero que no me cae del todo bien e intentar hablar con él o ella.

Ayudar a alguien, ser amable en casa…

La segunda semana EL AGRADECIMIENTO.

Darle gracias a Jesús por todos las cosas buenas de las que hemos disfrutado en el día: agradecer a nuestros padres su amor y sacrificio por nosotros. 

El tener  familia, amigos, alimentos, sol, juego, etc.

Hay muchos niños que carecen de la mayoría de estas cosas.

Tercera semana LA GENEROSIDAD.

Ser generoso es muy hermoso y a nuestro amigo Jesús le encanta.

Se trata de dar algo nuestro a alguien que lo necesita.

Puede ser algo material. Prestar algún boli, tipex, etc o bien algo no material: una sonrisa amable. dar las gracias, pedir disculpas, evitar enfurruñamientos y enfados, saber ceder etc.

La última y cuarta semana.  LA HUMILDAD

No creerme superior a los demás.

Cada persona tiene sus propios valores y tenemos que saber valorar y aceptar a los demás.

No discriminar a nadie por su raza, religión etc.

Por último deciros que aunque estos valores no  los ajustemos precisamente  a unas semanas concretas, al menos los tengamos en cuenta y los incorporemos a nuestra vida con el objetivo de irlos cultivando cada día.

Así seremos más felices e iremos creando un mundo más humano y solidario.

                                 FELIZ ADVIENTO

Isa Mary Coll

 


miércoles, 2 de diciembre de 2020

 

DICIEMBRE CON COVID

INOLVIDABLE 2020

Mucho mal está causando

en la tierra este bichejo,

y llegando Navidad,

no nos quiere abandonar.

Nuestras calles adornando

y el bichejo rechiflando.

Él no se va ”ni por esas”,

ni a Marte, ni a otro planeta.

Nos ha cogido cariño,

quiere quedarse;

“el muy pillo”

Más la vacuna ya está,

para con ella eliminar

a ese bicho despiadado

que tanto daño causa

y ha causado.

¡Pero mucha precaución!

¡Qué arremete!

El vil traidor.

¡¡¡Hemos de cumplir las normas!!!

¡Que esto no es cosa

de broma!

 MIEDO  Noo.

PRECAUCIÓN Sííí

Para del túnel salir.

                                             Isa Mary Coll

 

PAPÁ ÁRBOL

Papá árbol se sentía triste a pesar de que el sol del otoño había sido muy generoso esa mañana y le había regalado sus luminosos rayos.

Sus hojas le iban abandonando movidas por el viento y verdaderamente, Papá Árbol se sentía satisfecho al verlas bailar por el espacio, hasta que al fin se posaban en el suelo.

Desde luego el suelo era el pecho de su madre tierra, y ellas al fin allí debían de sentirse arropaditas.

Luego entonces:

- ¿Por qué me siento triste? - se decía el viejo chopo.

- ¡Ya estoy acostumbrado a quedarme desnudo cuando llega el otoño!

Después del duro invierno llegará nuevamente la  primavera y otras nuevas hijas vendrán  a poblar mis ramas

¡Pero, siento que tengo también motivos para estar preocupado! Es a causa de algunas de mis hojas. Mientras que sus hermanas hace días que cayeron al suelo, ellas se agarran a las ramas con tanta fuerza que el viento no logra desprenderlas.

¡Presiento, que es que no quieren déjame solo!

La verdad es que las voy a echar mucho de menos.

Cuando me quedo desnudo del todo, siento frío, y los pájaros que antes venían a cantar a mis ramas dejan de venir, prefieren posarse en los pinos o cipreses que son tan fuertes y no pierden sus hojas.

¡Bueno he de tener paciencia!

Seguro que pronto vendrán los fuertes vientos y lograrán que ellas no tengan más remedio que caer al amparo de la tierra 7

Y se sentirán felices.

Y se fundirán con la tierra, o bien las volverá a llevar el viento lejos, muy lejos… o caerán en el río y flotarán.

Y yo me quedaré satisfecho al dejarlas  seguir su camino.

Y  seguiré aquí, esperando otra primavera que me traerá nuevas yemas.

Que se transformarán en hojas verdes y brillantes.

Sí, serán nuevas hijitas pequeñas que alegrarán nuevamente  mi vida.

 

SUGERENCIA: A este cuento se le pueden proponer actividades de comprensión lectora según niveles.

Estas pueden ser de forma oral o escrita.       

                                                                       Isa Mary Coll